Son soportes de material externo cuya finalidad es facilitar, promover o mantener una posición ayudando al segmento lesionado a reemplazar una deficiencia funcional.
Se requiere una evaluación clínica rigurosa que permita identificar claramente el problema y el aporte que puede hacer el ferulaje a la solución de ese problema, fácilmente se pueden cometer errores al caer en la facilidad de una indicación “tipo”.
Cada paciente, con su realidad y patología propia, requiere de una indicación específica.
En ocasiones, puede ser útil una indicación estándar, pero a medida que aumenta la complejidad de la situación, será más evidente la necesidad de la indicación única y particular.
Es importante considerar siempre al paciente en sus características personales, en su patología principal y secundaria, en los beneficios y riesgos eventuales del aparataje, los materiales a utilizar, los mecanismos de acción y la forma de confección.
Por último, se deben realizar las evaluaciones de seguimiento, modificaciones, suspensión de uso y evaluación de resultados generales.